martes, 30 de octubre de 2007

Aquella canción

El sonido del piano todavía resonaba en la habitación, podía sentir y nuevamente hacia vibrar cada parte de cuerpo. Te extraño, es lo primero que paso por mi cabeza. Un grito desesperado, te extraño, pero por mucho que me esforzara sabia que nunca iba a llegar mi voz a ti. Estas donde solo el silencio te puede alcanzar. Y lloro porque aun siento en esta habitación lo mismo que la primera vez, porque tu recuerdo está grabado con fuego en mi mente, para mí eres más que una presencia que desaparece, eres alguien tangible.


El piano sigue sonando y tocando la melodía que alguna vez compusiste para mí. Fuiste más que un padre, sino que un amigo a la vez. Tú, quien me logro liberar, pero yo no pude hacer nada por ti, lo siento, actualmente estoy pagando todo lo malo que hice, y lloro porque nunca quise que esto pasara, fuiste mi mayor amor, éramos inseparables, algo que pocos logran conocer, algo que pensé que no conocería.


Y el piano sigue sonando, y mi mente solo te ve a ti. Discúlpame, que no pude salvarte.


Muchos años costaron para lograr llegar a conocerte, cuando pequeña me separaron de tu lado, no culpo a nadie de eso, el destino quiso que las cosas fueran así, entiendo a mi madre y te entiendo a ti, a pesar de que antes solo tenía odio en mi corazón muchas veces hacia ti y otras hacia mi madre, el tiempo paso y la curiosidad que me invadía solo hacia más apremiante el día que quería conocerte, pero los años pasaron y el rencor siempre primo a mis deseos de conocerte, a pesar de que poco sabia de la historia de ustedes sentía que me habías abandonado, mi madre murió y descubrí que no todo era como se me había contado que tu siempre nos si me querías, los años me hicieron conciliar todo lo sucedido, por eso te busque quería saber de ti, ya que tu recuerdo era difuso en mi mente.


Cuando por primera vez te vi no eras lo que esperaba, los años ya se notaban en tu cuerpo, pero a pesar de eso tu alma joven me enseño a volver a amar, a creer que todo puede volver a ser bueno, que en el mundo puede terminar mi tristeza y si a pesar de la separación te volviste mi amigo y padre. Y esos pocos años crecimos juntos, bajo el sol y la lluvia, junto a la melodía de tu piano.


Y el último día tocaste para mí esa canción que mi corazón no olvida, en ese instante volví a ser una niña y mi vida pasaba como una película, en esa canción fui capaz de conciliar todo, y tú me ayudaste a perdonar a vivir sin odio.


Todavía no entiendo nunca fui capaz de ver tu enfermedad como aun estando a tu lado no me percate y lloro por no haber podido salvarte.


Te extraño Papá. Ojala algún día nos encontremos en este cielo azul donde tu canción aun resuena.

1 comentario:

Raul dijo...

Casi puedo escuchar los versos de lo que pudo haber sonado en el piano...

... un arpegio dulce de guitarra y un xilófono...

... probablemente un contrabajo y el paino luciéndose junto a una guitarra eléctrica y percusiones épicas...

" ...fue permanente emoción...
... tu pelito y tus ojos de miel...
... pero allá en tu pecho florecerán colores de amor..."

... La ternura tendrá para ti...