Él

-En mi corazón los sentimientos y recuerdos se congelaban formando una espina que nunca mas saldría de ahí – le dije mientras lo miraba a los ojos y comenzaba a recordar


Siempre lo había visto como un compañero más de división, nuestra relación era normal no éramos los amigos más cercanos pero si nos conocíamos y hablábamos, nunca supe como estos sentimientos florecieron en mi corazón, solo cuando me encontré buscándolo con la mirada y extrañándolo cuando estaba misión. El ya tenía a alguien, pero a pesar de todo seguí mirándolo desde lejos.


En las noches apenas podía dormir. La oscuridad del cuarto no me permitía ver mucho más que la débil luz que se filtraba por la ventana, permanecí sobre la cama solo para matar el tiempo, ya que el sueño no venia a mí, estos días habían sido tranquilos pero eso no quitaba el hecho de que dentro de mi cabeza las cosas estuvieran tan confusas. Nunca me había planteado lo que era el amor, o mejor dicho que era ser amado, hasta hace unos días atrás.


Cuando recorría el jardín de la división escuche voces a lo lejos por lo cual decidí acercarme, lo primero que pensé es que podía ser un intruso. En cambio vi a Kurara y Kakashix que no estabas exactamente ni conversando ni jugando, es mas lo que Kurara tenía en sus manos no era exactamente una pirueta. En ese momento lo recordé a él y quise que esas caricias se reprodujeran en mi pero por las manos de el, que esos besos me los dieran sus labios, mis mejillas se tornaron rosadas y salí del lugar intentado evitar hacer ruido.


Esa fue la primera vez que pensé en él como algo mas que un amigo, y hoy en mi cama mientras la noche transcurría concluí que lo mejor era fijarme en alguien mas, después de todo alguna forma tenía que buscar para sacarlo de mi cabeza. Pensaba salir a respirar algo de aire después de todo no podría conciliar el sueño, pero el sonido de la puerta abriéndose me paralizo, me quede en la cama, esperando a ver que sucedía, lo pasos se acercaban y al final la cama se hundió bajo el peso de otro cuerpo, sentí el susurro de su nombre en mi oído, escuche su confesión, en mi mente cualquier dudo sobre lo que pasaría se borro.


Sabia que no era el, su voz claramente era diferente, sus manos eran mucho mas delicadas que las de el, sus caricias eran tibias, recorrían suavemente mi cuerpo, bajando por mi rostro, esas manos tenían la intención de grabar mi rostro en la mente de la persona, siguieron bajando, recorriendo cada milímetro de mi piel despertando mi pasión, sus labios no eran los de el, estos eran mas carnosos, me dejaban sin aliento por cada beso que me robaban, expresaban sin cadenas los sentimientos de la persona, las palabras que me decía se graban en mi mente, sabia que no era él, ya que los gemidos que venían de la persona sobre mi, no eran su voz, pero en mi mente solo lo evocaba a el, imaginaba que todas esas caricias, todo ese placer me los proporcionaba él. A la mañana siguiente me desperté sintiendo todavía tibio un lado de mi cama, un calor que me provocaba dolor y placer a la vez.


Y así noche tras noche, busque el mismo cuerpo, el mismo calor, para aliviar un poco el frío que sentía al verlo pasar por mi lado, al saludarme y saber que nunca seria mío.


Pasaron los años hasta esta fría mañana. La misión era sencilla, unos hollow estaban provocando problemas, por lo que debíamos ir y solucionarlo, se notaba que no estaban organizados por lo que no se temía la presencia de ningún otro problema, fuimos asignados tres personas, entre ellas él.


La tarea fácil al comienzo se complico por la súbita aparición de un arrancar, quien pensaría que aparecería de la nada, solo vi como empuñaba su espada hacia él, mi cuerpo reacciono solo interponiéndose en el paso, no sentí dolor, solo algo calido recorriendo mi cuerpo.


Se marcharon, por lo visto se conformaban solo con, quede tirado en el piso, me costaba moverme, todo a mi alrededor era un poco difuso solo sentí como me tomaban, al intentar enfocar mejor vi que estaba tendido en los brazos de la mujer que siempre me amo y yo no pude amar, al lado mi amigo al que siempre ame y nunca fui capaz de confesarme.


- Elen lo siento, creo que por hoy no podré acompañarte – mis palabras salían sin que yo quisiera decirlas.

- Por que hiciste eso? – Le reprochaba Black – yo podría haberme defendido solo


Para mis ojos él se veía afectado por lo que me estaba pasando, eso hizo que mi corazón se regocijara un poco y pensé al menos me quiere un poco, tal vez esta seria mi ultima oportunidad.


-En mi corazón los sentimientos y recuerdos se congelaban formando una espina que nunca mas saldría de ahí – Arife le dice mientras lo miraba a los ojos -Lo siento, pero creo que es el momento de decirlo, siempre te he amado y espero que seas feliz Black.


Arife dio un último suspiro.


- Arife!, Arife!- gritaba Elenhelka pero ya no era capaz de oírla.


Su cabeza reposaba en los brazos de su compañera, en ese momento se vio bello y la más apacible sonrisa se reflejaba en su rostro.


Las lágrimas surcaban el rostro de sus compañeros.