domingo, 2 de marzo de 2008

Entrenamiento

Alejandra caminaba tranquilamente hacia su pieza, hoy no había tenido mucho tiempo en la mañana dando algunos informes a la taicho sobre la última misión que había cumplido, estuvo casi un mes fuera, se sentía un poco agotada.

A simple vista la división se veía abandonada.

- Como es que no fueron a saludar, bueno tal vez estaban en sus respectivas misiones- pensó Alejandra.

Al llegar al cuarto estaba vacío, ni siquiera Kathy estaba, por lo cual pensó recostarse en la cama.

-Si por fin una siesta!! – bostezo, acomodándose al tomar la almohada ve un nota debajo de ella.

Te espero al caer la noche para un entrenamiento especial estaré donde siempre. Luis

No se sorprendió, no era la primera vez que se comunicaban así, y siempre aprovechaban de entrenar juntos.

Al caer la noche se dirigió a la sala, donde esperaba Luis, ella lo iba a saludar pero.

-Ho….- la palabra de Alejandra fue cortada por dos dedos que se posaron en sus labios- No hables fuerte – le dijo Luis mientras se acercaba mas

- pero vamos a entrenar dará lo mismo el ruido- mientras se estremecía por que la mano de Luis ahora estaba abriéndose paso por su cabello, vio que la intención era de susurrarle al oído

- si, pero hoy es especial- decía Luis mientras se sonría para si mismo – hoy te enseñare a besar, a tocar, a morder, a disfrutar y si lo haces bien, al final te mostrare mi bankai.

El rostro de Alejandra cambio a un tono rojo, pero se dejo llevar por en esa noche de entrenamiento

De Noche

-Espera Elen- se escucha un susurro entre los árboles.
- Que alguien me hablo??- se pregunta, no veo a nadie por aquí, y sigue caminando grácilmente entre los árboles.
-Elen…

Solo escucha el susurro en su oído, quien fuera estaba tapándole la boca y la tomaba de la cintura acercándola a su cuerpo.

-No grites por favor – seguía susurrándole al oído – solo quería hablar contigo a solas , no hagas nada extraño

Asiento con mi cabeza, mi corazón corría a mil por hora, el cuerpo de esa persona era cálido y sus manos la abrazaban fuertemente, su aliento recorría mi mejilla, se notaba un poco agitado como si hubiera estado corriendo.

Lentamente pero sin soltarme me giro quedando frente a frente, era mucho más alto que yo, y me miraba con esos ojos profundos, como si examinara cada parte de mi cuerpo, me sentí hipnotizada y a la vez avergonzada, sentía como mis mejillas aumentaban su calor suponiendo que estaba completamente colorada.

Comenzó a acercar su rostro lentamente al mio, no sabía como escapar y a la vez no quería, nuevamente me susurro al oido palabras que no esperaba escuchar.

-Se mia…No puede evitar sentirme alagada, aterrada y conmovida, comenzó a bajar con su boca por mi rostro buscando lentamente mis labios, ya era imposible resistirme, el beso fue largo y apasionado, sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo mientras yo lo abrazaba, sin poder evitar dejar escapar sonidos de mi labios, de verdad estaba disfrutando el momento.

Se escucho un golpe en la división, era de noche. Y yo me había caído de la cama.